Estás embarazada y seguramente esperas que por fin llegue ese momento en el que tengas a tu pequeñito en brazos, te imaginas cómo serán sus ojos, su naricita, de qué color va a tener el pelo y una cantidad de detalles más.
Pero antes de que se haga realidad, vas a tener que pasar por una cantidad impresionante de cambios físicos en el cuerpo, que comienzan con los primeros síntomas de embarazo; seguramente estás asustada y emocionada, tienes muchas expectativas y no sabes que esperar.
Todos los días te vas a encontrar con algo nuevo y diferente en tu cuerpo, unos cambios los amarás y otros los odiarás, pero el resultado final siempre valdrá la pena. Aunque cada persona es un mundo y no todas experimentan lo mismo, a continuación te mostramos lo que puedes esperar en tu organismo desde que comienzas a sentir los primeros síntomas físicos del embarazo.
Primer trimestre
Los cambios físicos comienzan a presentarse aún antes de que empieces a sentir las señales de embarazo, pues pocos días después de la fecundación se inicia la formación de la placenta y el embrión y tu cuerpo ya está cambiando.
– Cansancio y sueño. Tu cuerpo está trabajando más de lo normal para poder formar el embrión y tus patrones de sueño pueden alterarse, el organismo comienza a prepararse para el esfuerzo adicional que vas a sufrir durante el embarazo.
– Náuseas y vómito. Aunque suelen presentarse solamente por las mañanas, hay mujeres que las experimentan durante todo el día y otras no tienen este problema. Se debe a los cambios metabólicos y hormonales que hacen segregar a tu cuerpo estrógenos y progesterona.
– Pecho y pezones. Los pechos comienzan a crecer y están más sensibles, la aréola que rodea el pezón se vuelve más oscura y aparecen líneas azuladas y nódulos, pues empiezan a prepararse para la lactancia.
– Apetito y peso. En algunas mujeres el apetito aumentará de forma desmedida mientras que otras serán incapaces de probar bocado. En este periodo se suele aumentar entre 1 y 2 kilos de peso y el abdomen comienza a abultarse ligeramente, aunque si has tenido demasiadas náuseas y has perdido las ganas de comer, es probable que incluso bajes un poco de peso.
– Otros cambios. Aumentan las secreciones vaginales, se sienten molestias en la pelvis y ganas más frecuentes de orinar, además crece el tamaño del útero, puedes sentir acidez estomacal y estreñimiento, también tendrás cambios bruscos de humor y puedes experimentar inseguridad y ansiedad.
Segundo trimestre
Para este periodo las náuseas y vómitos desaparecen y los cambios físicos se hacen más notorios, normalmente es en el segundo trimestre cuando la embarazada está más serena y radiante.
– Retención de líquidos. Hay una mayor retención de líquidos, que te generan hinchazón en los brazos y en los tobillos, por lo que es recomendable que descanses con los pies en alto.
– Oscurecimiento de la piel y manchas. Con tantos cambios hormonales, algunas zonas de la piel suelen oscurecerse, además hay embarazadas que comienzan a presentar manchas en la cara. Lo mejor es que evites la exposición al sol y uses siempre cremas con alto factor de protección.
– Calambres. En esta etapa necesitas una dosis extra de calcio y magnesio para evitar calambres, pero en caso de tenerlos puedes frotarte con suavidad la zona afectada.
– Crece la barriga y aumenta el peso. Con el paso de los meses el tamaño de la barriga se incrementa notoriamente, la piel se estira y en algunos casos esta circunstancia hace que sientas picores en la piel, verás que tu ombligo comienza a sobresalir. El bebé va creciendo, cambiando de posición y dando pataditas y aumentarás aproximadamente otros 4 o 5 kilos.
– Várices. Hay un reblandecimiento de las venas y aparecen las temidas várices, para evitarlas tienes que pasar mucho tiempo de pie y usar cremas hidratantes.
– Otros cambios. Tus pechos segregan calostro, aparece una línea negra debajo del centro del abdomen, aumenta la congestión nasal, el vello puede volverse más abundante, tendrás más estreñimiento y gases, aumentos de temperatura con exceso de sudoración y sientes una sensación de ahogo por el desplazamiento de los órganos.
Tercer trimestre
Con la barriga inmensa y el niño creciendo, tu cuerpo se va preparando para el momento del parto. Las molestias en las últimas semanas pueden ser angustiantes y no ves la hora de tener ya a tu bebé.
– Dolor de espalda. Durante los últimos meses sentirás un dolor constante en la parte baja de la espalda, pues tienes que compensar el cambio del centro de gravedad de tu cuerpo.
– Hemorroides. Pocas son las que se salvan de sufrir esta molestia en la parte final del embarazo, se deben al estreñimiento constante que has tenido y a la presión que la cabeza del bebé ejerce en la pelvis.
– Dolor en el abdomen. El feto se pone con la cabeza hacia abajo en la posición definitiva para el nacimiento hacia la semana 36, lo que te ocasionará unos dolores difusos en la parte baja del abdomen e incluso tendrás contracciones aisladas.
– Insomnio. Con el tamaño que ha adquirido tu barriga, encontrar una posición cómoda para dormir es cada vez más difícil, además la ansiedad por el nacimiento impide que puedas conciliar el sueño.
– Torpeza y cansancio. Estás esforzándote cada vez más para cargar con el peso de tu barriga porque en el último trimestre puedes llegar a subir otros 4 kilos, el bebé tiene cada vez menos espacio para moverse, no duermes bien y las molestias físicas que tienes son continuas, todo esto hace que te sientas torpe y cansada.
– Taquicardias. El volumen de sangre en tu cuerpo ha venido aumentando y eso hace que se presenten palpitaciones o taquicardias que no revisten gravedad, aunque si las tienes de manera recurrente es mejor informar al médico.
– Otros cambios. Tienes cambios acentuados de humor, mayor transpiración, ganas frecuentes de orinar, dolor de costillas por los movimientos del feto y el tamaño del útero, además de problemas de encías y gingivitis.
Cuéntanos tu experiencia y dinos que síntomas experimentaste. En nuestra comunidad Baby Ganga queremos crecer y vivir contigo esta nueva etapa como mamá.
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